Vacunados con dos dosis.
Independiente pagó las consecuencias de un planteo extremadamente conservador, y cuando apostaba al empate el Decano le anotó dos veces seguidas sobre el final del partido. Fin del invicto para el Rojo.
Independiente dejó una pobre imagen en Tucumán, y si bien el empate hubiera sido el resultado más justo, la mezquindad al momento de los cambios, y el planteo que con el correr de los minutos fue conformándose con ese cero a cero, se encontró con que Atlético tuvo dos remates y metió dos goles para quedarse con el invicto Rojo.
Dos mazazos sobre la hora que demolieron el castillo de naipes que se había armado alrededor de esta formación con soldados caídos y sacando pibes e improvisando puestos de donde se pueda. El mago Falcioni esta vez no llegó a completar el truco, y lo poco que hace cuando no la mete después lo termina pagando.
Los intentos de Alan Velasco, muy solitario en el mediocampo, salvaron algo la ropa en el José Fierro. Las ganas de Ostachuk, peleando en el medio en un puesto que le es ajeno, un poco de Bustos yendo al ataque y momentos intermitentes de Alan Soñora. Poco más para destacar en esta noche tucumana en la que se dejó el invicto.
La mejor noticia de cara al sábado es que probablemente recupere a un par de jugadores que se extrañan entre lo poco que tiene el entrenador para elegir.
Emiliano Penelas
Publicado por La Caldera del Diablo
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