LA SELECCIÓN ARGENTINA, EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO
Misión Catar 2022 11 de julio de 2021
Por Vito Amalfitano; https://misioncatar2022.com/index.php/2021/07/11/la-seleccion-argentina-en-busca-del-tiempo-perdido/
Lo contrafáctico no se recomienda para la historia. El fútbol permite la licencia. Lionel Scaloni resolvió el problema que otros entrenadores no supieron y/o no quisieron en los últimos diez años. Diez años que se perdieron. La Copa que se ganó el inolvidable sábado 10 de julio en el Maracaná pudo haberse ganado en los mundiales de 2010, 2014 o 2018 o en las Copa América 2011, 2015, 2016. O, al menos, si no se conseguían los títulos la Selección hubiera generado una identificación con los hinchas del fútbol como recién lo consiguió este equipo.
Desde que Riquelme dejó de ser el conductor-armador-líder de la Selección, por decisiones más ajenas que propias, por designaciones equivocadas de entrenadores, le hicieron creer a Messi que era todo eso, que podía hacer todo eso solo. Y el sí messismo fue lo más nocivo para la Selección en más de una década.
Mientras Leo disfrutaba en libertad en Barcelona como el mejor ejecutor del mundo, con dos líderes, conductores, armadores, “capitanes” detrás de él para abastecerlo y cuidarlo como Xavi e Iniesta, Argentina renunciaba a Riquelme primero y después a la alternativa de que una serie de creativos suplieran esa ausencia y dejaran fluir a Messi.
Paradojicamente, el mejor Messi en la Selección apareció cuando la Selección dejó de ser Messi dependiente. Y eso no es nuevo, no es de esta Copa, ya se vio en la anterior, en la de 2019. A la vez contribuyó el proceso de maduración biológico del propio Leo que otros quisieron adelantar provocándole un perjuicio.
El técnico menos pensado, Lionel Scaloni, quien llegó sin méritos ni trayectoria a esa Copa de 2019, supo rodear a Messi mejor que otros entrenadores, junto al resto de su cuerpo técnico, con Pablo Aimar, Samuel, Roberto Ayala, y César Luis Menotti como Director General de selecciones nacionales.
Scaloni y su equipo dejaron de ver a Messi como armador-conductor, y lo vieron como lo que es, el mejor delantero del mundo. Y entonces se encargó de darle partidos a esos creativos que se necesitaban para abastecerlo y liberarlo.
Así fue como en la final de la Copa América, en el Maracaná, ante Brasil, el DT se animó a poner tres armadores-generadores de juego como De Paul, Paredes y Lo Celso, más un volante ofensivo como Di María, otro volante ofensivo de lateral como Acuña y dos delanteros, Messi y Lautaro. Quizá esta Selección Argentina fue la primera, desde la España de 2010 en el Mundial de Sudáfrica, capaz de poner en una gran final un equipo sin un volante definido exclusivamente como “de marca”.
“Son decisiones”, diría Miguel Angel Russo. Y a esa decisión filosófica nodal de poner un equipo “para Messi” y no “Messi dependiente” Scaloni le agregó otras resoluciones acertadas a lo largo de la competencia, como la confianza y el puesto al arquero, que fue figura; la entrada de Di María de desde el comienzo en la final; tener bajo “siete llaves” el ingreso de Cuti Romero en el cotejo decisivo y otros cambios decisivos a lo largo del certamen.
A todo esto los “Pekerman Boys”, ahora en el cuerpo técnico, le agregaron una renovación en serio a la Selección y una mística de equipo que prácticamente nunca tuvo con Messi como principal estandarte.
¿Llegó esto demasiado tarde? ¿Qué hubiera pasado si lo que vio Scaloni lo hubieran observado otros entrenadores antes? Quizá solo Martino lo esbozó en algún momento aunque nunca fue tan osado en las formaciones para liberarlo mejor a Messi y hasta prescindió de un buen Banega en algunos partidos importantes para que cumpliera esa función de abastecedor.
La imagen más deseada llegó ahora y hay que disfrutarla. Habrá que ver cuanto le queda a Messi y si esta renovación arriba con la suficiente madurez a Qatar como para estar a la altura de las grandes selecciones europeas que, en la Eurocopa actual, demostraron jugar a “otro deporte”, con un altísimo nivel, muy diferente al de la Copa América.
La Scaloneta encontró la forma y por fin hay un proyecto. Ahora hay que ir en busca del tiempo perdido.

"VITO AMALFITANO"
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