"Desde chico soy hincha de Independiente, además de ser de Peñarol. Siempre escuchaba por la radio a Santoro, Tarabini y Pavoni, con los que después tuve la suerte de jugar", dijo Antonio Alzamendi esta noche en que está cumpliendo 65 años.
En declaraciones a nuestros amigos de Tribuna Roja (lunes a las 20 por AM 660 Radio Amplitud), el uruguayo remarcó: "Estoy agradecido de lo que fue Independiente en mi vida. El Pato Pastoriza fue como un padre futbolístico para mi, me cambio para bien."
Consultado por otros uruguayos que pasaron recientemente por el Club, Alzamendi aclaró: "Yo no tuve nada que ver con el pase de Campaña a Independiente, pero me consultaron por él, y en ese momento era el mejor golero de Uruguay. Yo pensé que Cebolla Rodríguez le iba a ir bien en el Rojo, pero bueno, las lesiones no lo permitieron."
"Hoy hay muchos jugadores destacados en la liga uruguaya, para que jueguen en Independiente. Uno de ellos es Facundo Torres (de Peñarol), quien ya esta jugando en la Selección, pero su pase ya cotiza caro."
"Siempre voy a estar a las órdenes de Independiente, si me necesitan. Nunca le daría la espalda a un Club que me dio de comer, y me hizo conocido", agregó el oriundo de Durazno, campeón del Nacional 78 con el Rojo, donde jugó en total 194 partidos y anotó 81 goles.
"Me fastidia ver tantos equipos de fútbol que quieren parecerse al Europa, pero se olvidan de jugar como acá, que es donde mejor se juega. Hoy en el futbol argentino faltan jugadores con la picardía de Bochini", señaló Alzamendi.
Sobre el devenir de su carrera, el Hormiga confesó: "En el único equipo en el que no estuve del todo conforme con mi rendimiento fue en Nacional, pero fue porque tenia una lesión, e hice un par de goles, pero no pude jugar al 100%. En México me rompí la rodilla, y aun así me quisieron hacer un contrato de tres años. Sin agrandarme en casi todos los equipos era un jugador de 8 puntos."
"Nunca pasé un día amargo cuando estuve en Independiente, ese grupo era siempre alegre. Además, cuando llegue ya salimos campeones. El cariño de la gente, e incluso los rivales que me saludaban en la calle era hermoso. Me dolió mucho no poder volver, pero no se me permitió. En su momento tenía muchas ganas de volver a vestir la camiseta del Rey De Copas", apuntó.
"El hecho de haber llegado a Independiente siendo hincha es increíble. El mejor día fue cuando llegué al Club, y ver en el vestuario a Outes y Bochini. Soy un agradecido de la vida por haber jugado ahí, y seguir recibiendo el cariño de la gente", finalizó Alzamendi.