Tropezón en Liniers.
Independiente cayó ante Vélez por 1 a 0 y dejó la punta del torneo a manos del local, que encontró el gol en una pelota parada sobre el final del partido. El Rojo fue superior la primera media hora, pero luego se fue quedando, aunque mereció un poco más.
Independiente tuvo una muy buena media hora inicial en la que pudo mostrar dominio de pelota, presión alta y un par de chances claras. Era buena la participación de Sebastián Palacios arriba, aportaba desde el medio Lucas Romero y empujaba del fondo como siempre Juan Insaurralde. Sin embargo, en el desgaste físico fue mermando el rendimiento y Vélez terminó manejando el último cuarto de hora, aunque sin generar peligro.
En la segunda parte, aunque de arranque fue al revés, a partir de los 5 minutos fue Vélez quien tomó la pelota y el Rojo quien esperó. Quizás demasiado, quizás apostando a una contra, quizás sintiéndose cómodo con el empate a medida que pasaban los minutos. Hasta que llegó una pelota parada que cruzó toda el área de Independiente, un par de rebotes, un cabezazo y Abram en el medio del área chica abrió el partido para el local, y sentenció todo.
En el balance quedará que el Rojo solo pateó dos veces al arco en esa segunda mitad, que los cambios llegaron tarde y aportaron poco, incluso el esperado ingreso de Alan Velasco, y que en un rival a la medida si bien no fuimos superados con claridad resignamos protagonismo con el correr del encuentro.
Emiliano Penelas
Publicado por Emiliano Penelas
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