REFLEXION Y SEGUIMIENTO.
Cosa extraña encontrarnos, mirarnos a las caras en este tiempo. Cosa extraña escapar a los protocolos de una pandemia que va durando lo que dicen que dura toda pandemia.
Y esa realidad a los hinchas del ROJO nos pega doble. No tenemos idea de qué hacer ya para sobrellevar la otra pandemia. La que dura mas que los males virales. La deportiva.
En medio de un futbol mutilado como espectáculo público, al faltarle justamente el espectador, hay una realidad que genera trastornos de ansiedades no canalizadas, y es el indeseable empantanamiento del futbol del club.
Aburre hacerse siempre las mismas preguntas. Porqué? Quien tiene mas culpa? Quien debe irse primero? Hasta cuándo tanta frustración? Qué nos espera? A donde vamos? Cómo se revierte ésto?
Independiente es un mar de incertidumbres de las que parece no escapar ni siquiera el entrenador a la hora de hechar mano del banco de suplentes. Pero tampoco escapan las muchas agrupaciones politicas del club, a la hora de ponerse de acuerdo en a quien proponer como candidato a dirigirlo en el proximo periodo.
De veras que en este contexto, seguir analizando los fracasos de quedar fuera de las copas Sudamericana y Argentina, por la sola circunstancia común de haber jugado mal, de haber declinado en el juego de equipo y no desarrollar el futbol que merece Independiente, es ciertamente vano.
Dediquémonos entonces al sutil ejercicio de la observación y el seguimiento.
Muchos hinchas temerosos de los desbordes que la masividad genera en los ánimos y expresiones cuando el camino es pedregoso, dicen sueltos de cuerpo la facilista expresión de "hay que apoyar, hay que alentar".
Y yo digo.... cuándo, en el gigantesco movimiento de masa futbolera que tiene Independiente, ha faltado el apoyo básico, el aliento leal e indiscutido?
Cuándo, en el peor instante de la historia del Club vivido en 2013 y a posteriori, se quitó el apoyo generalizado a Independiente, o el aliento que proviene de la pasión de su pueblo?
Jamás.
Por eso, cuando digo que sutilmente debemos asentarnos en nuestro compromiso de hinchas, es para ver y con los ojos bien abiertos cómo transcurre este tiempo, que cerrará un ciclo en pocos meses, para tener nuestras propias e imprescindibles conclusiones del mismo.
Hacerlo sin apatias, odios ni miradas desviadas, viendo cómo los responsables de la realidad futbolística responden a cuanta competencia queda por delante. Que es poca para mostrar una cara soñada, pero alcanza para mejorar la actual.
La moderacion y la sutileza en ese seguimiento de los hechos, en especial de los partidos a disputar, seran la mejor presencia que podamos instalar en el lugar que nos corresponde: el de hinchas de Independiente.
A 117 años del nacimiento de la identidad mas hermosa del futbol, la actualidad es demasiado ominosa como para enfrentarla con más amargura. La reflexión aguda y el seguimiento puntual serán lo que mejor nos permita hacerlo.
QUIQUE LARROUSSE
8/8/21
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